OCHOMAYOS de Orduña

Orduña, 8 de mayo de 2010

Toros famélicos

Se lidiaron cuatro toros de la ganadería de D. Hilario Serrano (Galapagar-Madrid) y un quinto sobrero del mismo hierro. Primero, segundo y quinto sobrero impresentables para la lidia en cualquier coso, aunque de condiciones nobles y con clase, a excepción del tercero que manseó. Se derrumbaron estrepitosamente por falta de fuerza.

Francisco Javier Corpas

Nada pudo hacer en su primero ante semejante animal, cayéndose continuamente. En su segundo con muy poca fuerza, se rajó en la muleta aunque fue el toro mejor “presentado”. Dado por su capa parecía menos enjuto que los demás, pero sin ninguna posibilidad para el lucimiento.

Iván Fandiño

En su primero tuvo que hacer de enfermero ante un toro con clase pero muy falto de fuerza. Imposible interpretar el toreo con un toro que estaba más en el `desolladero` que en la plaza. Fue ovacionado con petición de oreja.

En el segundo toro más de lo mismo, con clase pero sin fuerza. Sin ninguna posibilidad de triunfo. No acertó Iván con los aceros y con el verduguillo al quinto intento acogotó al toro.

Incompresiblemente la presentación de la corrida de toros, en una fiesta tan taurina como los OCHOMAYOS de Orduña, no tiene ninguna explicación. Aunque creo que a nadie pueda convencer el lamentable espectáculo que vio el numeroso público asistente, que pagó una corrida de toros, pero vio en directo “La Vaquilla” del cineasta Berlanga.

Comparen la vaquilla con los toros lidiados en la tarde de ayer en Orduña y me lo cuentan, verán que no estoy muy lejos de la realidad.

Un taurófilo