Si bien hemos dicho que la fundación de la Peña Taurina Campera data de 1.963, con un conjunto de aficionados y amigos, que como tantas otras peñas de diversa índole se registraban en el entonces Gobierno Civil con domicilios provisionales en algún bar al efecto donde se reunían y tomaban sus cafés y sus copas, o jugaban sus partidas de mus, cosa que también ocurrió con esta Peña, no es hasta 1.966 cuando, una vez adquirido el actual local, se constituye en Comunidad de Propietarios del mismo y adquiere su carácter jurídico en la Asamblea Fundacional de 27 de febrero de ese mismo año; lo que quedó reflejado en la correspondiente acta.
Dados de baja algunos de los primeros socios, en esta reunión fundacional asistieron los siguientes:
Félix Gil Domínguez
Valeriano González González
Francisco Chavarri Villar
Francisco Sancho Pizarro
José Antonio Angulo Villate
Jesús Fernández Nograro Santamaría
Luis Uriarte Montoya
Manuel Colino de Diego
José Gavilanes Pereira
Jesús Salvatierra Azagra
Domingo Aguayo Villate
José Luis Martínez Abal
Martín Arrieta Calleja
Gregorio Leyba González
Genaro Ruiz Ilarraza
José Luis Ortiz de Zárate Gordobil
Julián Cayos Gómez
José Luis Lafuente Morón
Luis Fernández de Maguro
Manuel Rodríguez Marcos
José Luis Chavarri Villar
Eugenio Aceval Idígoras
Todos ellos constituyen la actual Sociedad en el local de propia adquisición en la Alameda de Recalde Nº 77 de Bilbao y acuerdan la admisión de nuevos socios, al tiempo que para gobernar la nueva Entidad nombran una Junta Económico – Administrativa sin determinar los cargos de cada uno de los componentes y encomendándoles la elaboración de los preceptivos Estatutos de funcionamiento y la gestión sin trabas de la nueva Peña. Dicha Junta Económico Administrativa se compuso de los siguientes miembros:
Martín Arrieta Calleja, José Luis Lafuente Morón, Jesús Salvatierra Azagra, Eliseo Rodríguez Soto, Martín Goti Achútegui y José Antonio Bilbao Arechavaleta, quienes mancomunadamente regirán los destinos de la Peña Taurina Campera,
A partir de esta fecha y, como consecuencia del extravío del Libro de Actas, ya no aparece en el libro que se conserva ningún escrito, hasta el 22 de mayo de 1.990 en que aparece como presidente el socio Alejandro Martínez Rico informando de la baja de los socios David Mouriz López de Maturana y Julián Arranz de la Torre, admitiendo por ellos a Gerardo Segurola y a Pedro Macías.
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